miércoles, 25 de noviembre de 2015

Día 5 - 5 de noviembre de 2015

Amanecemos ya en el quinto y último día de vereda, y algo tristes nos ponemos a desayunar las exquisitas magdalenas y el café caliente. De nuevo en el grupo tenemos otra baja, que al parecer se ha levantado con el estómago del revés.

El terreno ya era algo más llano y la mañana estuvo muy entretenida, pues había que cruzar varías carreteras y rotondas, que con la ayuda de los hateros y de la guardia civil fue algo más fácil. Pero el apoyo de la guardia fue algo escaso… esperábamos a 6,  ¡solo vinieron dos! y ¡se hicieron esperar demasiado!



A lo largo de la mañana fueron muchos los curiosos que detuvieron sus coches y aprovecharon para sacarnos unas cuantas fotos. ¡Muchas más que a cualquier famoso!

También pasamos por debajo de varios puentes, algunos de ellos bastante embarrados, y algunos otros con una decoración algo peculiar.



Sobre las 12 del mediodía llegamos al Pinar de Collega, donde paramos a comer. En este caso, el tío Domingo nos deleitó con una ensalada de pimientos, y a tal banquete se unieron unos amigos suyos que vinieron de visita.

Tras recoger todo lo empleado para la comida, llegó la hora de las despedidas… ese triste momento para todos nosotros, los que les quisiéramos acompañar una semana más y los que sin duda volveremos a repetir.




Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Día 4 - 4 de noviembre de 2015

¡Esta mañana el burro se ha equivocado! Ha empezado con sus rebuznos 1 hora antes de lo que tocaba….

Hemos amanecido en el campo de golf de Villalba de la Sierra con una baja en nuestro grupo. Tras un desayuno en condiciones nos ponemos en marcha.


Se ha andado entre rastrojos y pinares embarrados pero el tiempo hoy nos ha acompañado. ¡La novedad es que Anna ha andado! aunque su trayecto no ha llegado a la hora de comer… Casualmente se ha tenido que hacer una parada en el camino… ¿dónde está Margarita? Mientras Vidal acompañado de María e Inés van a buscar a la perra; Emilio, Fran y José Luis han ido a socorrer a un coche que se ha quedado atrapado en un camino y con su gran experiencia de estos días atrás, lo han conseguido sacar a la primera.


Tras llegar al merendero junto al río Júcar, ¡sorpresa!, Urbano nos ha preparado huevos fritos para almorzar.

Después de comer y con la tripa bien llena, emprendemos camino entre encinas y alambradas en el Alto de Embí y espacios abiertos en los cuales las ovejas con su afán de bellotas se dispersaban.


Durante el camino otra baja…ya van dos por hoy. Una vez llegado a las afueras de Chillaron de Cuenca se recogen las ovejas. Círculo al lado del fuego, descanso, charlas, comida, vino que va y viene, esta vez junto a visitantes, pero… ¡no se descansa todavía! 


Uno de los visitantes llama… ¡se ha quedado atascado el coche! Un grupo va a su encuentro y lo sacan.
Emilio a la vuelta, sale de la furgoneta aparentando estar rojo de furia, gritando a los que se habían quedado que por qué no habíamos ido a ayudar, que fuéramos en seguida…Pero era una broma, cuando todos los que esperaban ya se habían levantado apresurados de sus sillas, salen el resto de dentro de la furgoneta riéndose de la situación, ¡menudo susto!

De vuelta esperamos a la cena, deseando que no haya otro suceso espontáneo que interrumpa nuestro momento de relax. Llega la cena, hoy son brasas de despedida, secreto de cerdo y las deseadas sardinas.

Con ello otro día de vereda concluido…mañana llegamos a Cuenca, la última etapa de nuestro grupo, ¡a descansar!

Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Día 3 - 3 de noviembre de 2015

Como dice Ismael, el día empezó por la mañana. Continuaba lloviendo y con mucho fresco, pero desayunamos bajo techo en el refugio de las Majadas. ¡Qué pereza empezar el camino!, pero la vereda no para nunca.


Esa mañana, un par de animales no pudieron continuar el camino. Andamos por la Dehesa de Portilla y la Latinada el Rojo, bajando por Corrillo Verde hasta la Ribera de Villalva de la Sierra. Aquí comimos una suculenta conserva de matanza de cerdo que María trajo de su casa.


Por la tarde, el camino era más “llanico” y estaba “tóembarrao”; conclusión: 1 kg de más en cada bota. Nos cruzamos con Petronilo, el albardero (monta de carga del burro) que nos confirmó que había llovido tarde y poco, y para las ovejas esto significa menos comida. 


Así que al llegar a la Cerraja y antes de encerrar a las ovejas, Ismael y Vidal dejaron que el ganado campara a sus anchas por el prado verde y los rastrojos del campo de golf.



Esa noche Urbano nos deleitó con una suculenta cena a base de careta frita y setas con cebolla, ¡espectacular como siempre!


Y por la noche el fuego nos reunió para acompañar la bebida con las historias y risas que íbamos contando. Por sorpresa y admiración de todos, surgió un recital de poesía mano a mano entre Ismael y Eva. Precioso. 


Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Día 2 - 2 de noviembre de 2015

Después de una noche ventosa y lluviosa, nos despertamos con algo más de paz para poder echar el primer orín del día. Sin embargo, la lluvia continúo y en el desayuno ya terminamos bastante “chopados”. Así continuamos todo el día.


A pesar de ir chipiados, el paisaje mereció la pena, desde la Loma de Almaillo hasta el Arroyo de Las Truchas. De esta etapa surgió una sociedad muy bien avenida, entre María y su mayordomo El Abogado, quien se encargó gran parte del camino de cubrirla con su amplio y alto paraguas.

Mientras tanto, los hateros pasaban por arduos y peligrosos caminos. Damos gracias a Emilio, José Luis y Silvia por guiar y animar a los conductores a llevar el buen camino.

Al llegar la hora de comer nos encontramos el toldo montado, ¡qué alegría, qué alboroto, un toldo piloto!


Por la tarde la lluvia siguió sin dar tregua, y acompañada por el viento se clavaba como agujas en la cara. A la entrada a Las Majadas tocaban las campanas a duelo y ladraban los perros, esto no auguraba nada bueno. Y nuestra sorpresa fue, cuando cruzábamos la puerta del cementerio, que nos esperaba una "agüela" con paraguas que nos pidió que colgáramos las fotos al "fazebuk" de ‘Las Populares de Las Majadas’. Vidal se dirigió a ella, diciéndole: ¡Mal día llevan hoy!
A lo que ella le contestó: No, dos días llevamos malos, se han muerto dos primos hermanos, ella con 92 años y él con 71, y además ella era la madrina de él. Aquella situación resultó un tanto surrealista.


Cuando llegamos al albergue de Las Majadas, recogimos a las ovejas en su redil y empezamos a preparar la cena, Urbano nos preparó Patatas a la Virulé, ¡buenísimas!

Llevábamos todo el día emocionados esperando a la noche para ir a conocer al "Cabezón", el propietario del bar-restaurante del pueblo, y del que los pastores no paraban de hablar.


Después de la cena, en un respiro que dio la lluvia, bajamos a oscuras y rápidamente al bar, donde nos echamos unas copichuelas y unas risas, y plasmamos ese momento con el cabezón en forma de foto. No teníamos ganas de irnos, pero en estos días hasta las 11 de la noche es ya trasnochar.



Al llegar al refugio aun tuvimos tiempo de ver alguna estrella fugaz antes de ir a dormir, muy agradecidos, bajo techo.

Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Día 1 - 1 de noviembre de 2015

La noche la pasamos en Guadalaviar, y aunque habíamos quedado a las 7:30 h de la mañana, a algunos trasnochadores se les habían pegado las sabanas (José Luis = El Abogado = El Pastorcito) a pesar que no le guste y proteste. Así que, salimos a las 8:30 para unirnos a los pastores.


Este día es el que empezaba oficialmente la vereda, y las familias de los pastores vinieron a su despedida. Una vez pasado el puente del prado Cañonda (de los chorros) que cruza el río Júcar, las familias se volvieron a sus casas y los pastores emprendieron su camino junto a nosotros, que los acompañamos durante la primera semana.


Empezamos a subir el collado del aire, durante la “subidita” algún inocente le preguntó a Vidal por qué ese monte recibía ese nombre, pero lo pudo comprobar al llegar arriba. Un pequeño consejo: ¡meteros piedras en los bolsillos! Durante la subida a una de las cabras se empezó a quedar rezagada y en la vereda tienen un dicho, que es: “la vereda no espera a nadie”. La cabra estaba enferma y llamaba al choto, y no se podían perder dos animales, entonces se decidió sacrificarla para evitar una lenta agonía. Después nos quedamos sorprendidos de cómo en menos de quince minutos un gran número de buitres acudió a realizar su trabajo y a dejar sus tripas llenas.


Arriba del collado nos esperaban los hateros para comer, Urbano había sacado embutidos varios y pan para reponer energías y seguir el camino de bajada. La bajada fue más suave y llevadera. Durante el camino Vidal nos contaba sus experiencias entre sonrisas, hasta llegar a la Loma de Almaillo, donde nos esperaban Urbano y los compañeros con el campamento preparado, la lumbre encendida y la caída de la tarde.


Sólo nos quedaba disfrutar de aquel hermoso paisaje y sus vistas y esperar a la cena, aunque aun nos quedaba un poco porque eran las seis de la tarde. 


Una vez llegada la noche, degustamos la fabulosa comida de Urbano, arroz con pollo, y después disfrutamos de la compañía de todos los que formábamos esa primera etapa contando historias y pasando un buen rato, en el que Ismael nos transmitió que “esa noche dormíamos mirando a Cuenca”.


Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

martes, 17 de noviembre de 2015

Día 0 - 31 de octubre de 2015

Empieza la vereda, y una vez más, para acompañar a Vidal, Ismael y Urbano en su trashumancia, vamos los estudiantes de la Universidad de Zaragoza. En esta ocasión los afortunados de empezar con ellos la vereda somos; Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis. Aunque también tuvimos compañía para el primer día de vereda y su correspondiente noche; Badiola, Maite, Isabel y Luis.

A las 8:30 de la mañana ya estábamos camino de Guadalaviar. La primera parada fue en Santa Eulalia, donde desayunamos un riquísimo café con leche y pastas. Sobre las 12.30 llegamos a Guadalaviar y fuimos al encuentro de los pastores. 


Unos continuamos a pie y otros en coche, con largas esperas, ya que costó bastante rato atravesar el Barranco del Judío. Justo en el momento que se empezó el descenso del barranco apareció Aragón Televisión para grabar la bajada del barranco y el encierro de los animales. 



Una vez metidas las ovejas en el cercado nos dirigimos de nuevo al pueblo a visitar el Museo de la Trashumancia. 


Allí nos esperaba Humi (hermana de Vidal e Ismael), Allí nos esperaba Humi (hermana de Vidal e Ismael), fan incondicional de Badiola. Humi nos enseñó con todo lujo de detalles y con mucha pasión el museo, se notaba que ha vivido muy de cerca la Trashumancia... Para dejar nuestra huella todos firmamos la dedicatoria que “Badi” hizo en el libro de visitas. Ya se nos había abierto el apetito, así que fuimos a Casa Martina, donde nos esperaba una variada cena: jamón, ensaladas, lomo, tortilla de patata… por gentileza del Colegio Veterinarios de Teruel presidido por Héctor Palatsi.

La cena se alargó con los cafés, y los más valientes continuaron la fiesta con algo más que cafés hasta las 3 de la mañana. En el Pub del pueblo había bastante ambiente debido aque era la noche de los muertos vivientes…

Autores: Inés, Cristina, Alexandra, Fran, Silvia, Anna, María, Eva, Emilio y José Luis.

martes, 3 de noviembre de 2015

La trashumancia como actividad docente

A continuación os dejamos un artículo escrito por la profesora Marian Ramo Gil del Departamento de Patología Animal (Facultad de Veterinaria - Universidad de Zaragoza) sobre la actividad docente relacionada con la trashumancia desarrollada durante estos últimos cuatro años:

La trashumancia es más que un sistema tradicional de manejo ganadero, podríamos decir que es una forma de vida, un sistema cultural, entendido en su más amplio sentido. Integra por un lado una sólida base ecológica, fundamentada en el aprovechamiento alternativo de la diversidad de pastizales de la península en el momento óptimo de su producción, y un conjunto de razas seleccionadas para este régimen ganadero, cuyas características se han conservado a lo largo del tiempo. Por otro lado, se trata de un sistema de gestión de los recursos naturales y de interrelaciones culturales, sociales, económicas y biológicas que ha modelado muchos de los paisajes de España y contribuido a su cohesión. 

Conscientes del valor añadido que genera esta actividad ganadera, desde la Facultad de Veterinaria, hace cuatro años, se puso en marcha un proyecto en el que los estudiantes del último año del Grado en Veterinaria acompañan a uno de estos rebaños trashumantes en su caminar, desde la Sierra de Albarracín (Teruel) hacia las estribaciones de Sierra Morena en la provincia de Jaén, con la finalidad de vivir en primera persona la problemática y la complejidad que supone la trashumancia de un rebaño de más 3000 ovejas, haciendo un recurrido de casi 600 kilómetros durante 24 días en convivencia estrecha con el medio. 

Esta actividad se desarrolla entre los días 1 (salida de Guadalaviar – Teruel) y 23/24 de noviembre (llegada a Vilches – Jaén), tiene un recorrido de unos 580 Km. En ella participan 32 alumnos de la Facultad de Veterinaria y 8 profesores divididos en 4 turnos o grupos, cada uno de los cuales, compuesto por 8 alumnos y dos profesores, acompañan al rebaño durante seis días. 

Cada día, al final de la jornada, se redacta una pequeña reseña que va a parar a este blog y que recoge la actividad desarrollada a lo largo del día, las vivencias y las impresiones de los participantes. 

Autora: Marian Ramo Gil